Quienes son esta pareja risueña, que siempre queda bien en las fotos, y con un aspecto de hacer de la felicidad su bandera de vida?

Pues son Úrsula y Marc, unos viajeros que nos encantan aunque no los conocemos en persona, pero desde sus relatos en el blog Mosamperdut.com contagian todo lo que el viajero necesita para soñar, para creer que aquello que ellos explican también le pueden pasar al que lee sus palabras.

Ya han pasado de los treinta, dicen, no nos lo creemos ;). Son catalanes, aficionados a los deportes de montaña, y a conocer este mundo desde una perspectiva más amplia de la que nos enseñan a ver en nuestra sociedad. Curiosamente han estudiado o están en camino de los grados de Turismo y Psicología, casi como nosotros.

Son de mochila a la espalda, de los convencidos, de los que les gusta mezclarse con todo y todo el mundo, y que la vida pase por encima, por detrás o por el lado, mientras ellos captan cada matiz de todo lo que les rodea. En 2009 fueron a Venezuela, y desde entonces, encendieron la máquina de la ilusión, y las ganas de no parar de conocer mundo. Desde entonces hasta ahora, un montón de países visitados, y ya hace unos meses, el 23 de enero de 2014 empezaban su gran aventura viajera, que de momento les ha llevado por la India, Sri Lanka, Tailandia, Malasia, Laos, Camboya y ahora están disfrutando de las islas de Indonesia. Nosotros los hemos seguido, los seguimos, y los seguiremos, porque nos encanta como escriben, y además, hacen unos post resumen de cada país visitado que son realmente espectaculares. Pequeñas grandes guías con información práctica, básica y útil, para el día a día viajero. Simplemente imprescindible.

De vinos, nos comentaron que no sabían demasiado, pero otra vez, no hace falta ser un entendido en aromas y añadas para demostrar que nos pueden hacer viajar, sentir, soñar y emocionarnos con sus experiencias en el mundo del vino viajero. Ara acabad de leer el post, no marchéis que aun queda lo mejor de todo. Después, dad una vuelta por su blog. Leed por ejemplo, este post resumen sobre Sri Lanka. Nosotros lo teníamos casi como libro de cabecera, aunque al final no pasamos por allí…

Así que ya basta de presentación, y leed sus palabras, que es lo más interesante de todo el post…

Los 5 vinos que hacen viajar a Ursu y Marc:

1.- GR-174: Lo catamos por primera vez en una cena familiar, después lo buscamos por diferentes vinaterías hasta que lo encontramos en Aguiló de Falset. Nos encanta la montaña y ya sólo por su nombre nos hace viajar por los rincones que recorre este GR: La Cartoixa d’Escaladei, Cornudella, Falset…

2.- Viñas del Vero Gewürztraminer: Fue nuestro primer contacto con el vino blanco, que dulce y bueno, y eso que antes no nos gustaba! Este vino es de una zona que nos encanta y que visitamos a menudo para escalar o hacer barranquismo. La Sierra de Guara y el pueblo de Rodellas, unos sitios tranquilos, con montaña, y de una belleza diferente. Quizás será el paisaje cárstico i quizá el turquesa de sus aguas. Un sorbo es un recuerdo!

3.- Heravi Criança de Vinyes d’en Gabriel, a Tivissa: Aquí sólo podemos decir gran descubrimiento, un vino afrutado de verdad que catamos por casualidad en un descubrimiento doble; de vino y de restaurante. Nos acercamos a Palamós para hacer inmersiones y descubrimos el restaurante Candela de casualidad. Comida buenísima, cocina de fusión en un sitio íntimo con cuatro mesas, buen servicio, menú original y una botella de Heravi! Al paladar era dulve, terriblemente afrutado, y esto nos llevó a una sonrida casi eterna entre charlas y risas. Además, Tivissa y sus cercanías, de nuevo, nos acercan a la montaña y mi tierra, la Franja de Ponent!

4.- Can Blau, Montsant: Un vino que nos recuerda muchos momentos compartidos, nuestra boda, la última comida con mi padre que hace casi un año que murió… Muchas sensaciones, algunas buenas y otras no tanto, pero definitivamente buenos recuerdos en la Masia Can Nena, en nuestro querido Montseny.

5.- Clamor de Raïmat, Costers del Segre: Este es un vino que a menudo se ha bebido en casa de mis padres. Mi padre era un hombre amante del vino y siempre que podía aprovechaba para abrir una botella. Payés y siempre dedicado a la tierra, disfrutaba de un buen vino hecho en la tierra. Salut pare!