Después de 4 meses viajando por el mundo, uno no sabe si entrar en un restaurante español, sobretodo porque piensas que va a ser una turistada con toros y flamencas por todos lados.

Pero estando un par de semanas en el barrio de la stupa de Boudhanath en Kathmandu, y pasando cada día por delante de La Casita al hacer la “kora” a la stupa, hace que pienses… Y si vamos un día a probar que tal?

Y lo que nos encontramos nos encantó! Sólo leer la carta nos emocionamos, Tortilla de Patatas, Pan con Tomate, Gazpacho… Así que pedimos y esperando a ver que tal estarían los platos (supongo que el subconsciente aún pensaba que no podía ser cierto eso que nuestros ojos veían en esa carta), y mientras disfrutamos de las fantásticas vistas de la stupa que ese día, único de los 14 que hemos estado, se iluminó por la noche para hacerla aún más mágica.

Al traernos los platos, tortilla de patatas con pan con tomate y huevos fritos con patatas y chorizo, casi se nos caían las lágrimas, una tortilla como si estuviéramos en casa! Y que decir de los huevos, de los de verdad, de los que se puede mojar el pan y no están demasiado hechos, y las patatas… No eran congeladas!!

La verdad es que pudimos disfrutar comiendo, y las bebidas… No se quedaban atrás!! Los zumos o cocktails tanto con o sin alcohol, deliciosos!!

A la mañana siguiente repetimos para desayunar y la verdad que en comparación con la zona tienen un desayuno de lo más completo y muy bien de precio, pudiendo escoger diferentes opciones, pero la que nos ha enamorado ha sido la combinación de dos, el de tortilla de patatas y el de pan con tomate que al ser dos hemos podido compartir, eso claro, acompañado de un zumo de fruta (en nuestro caso de naranja o de sandía) y de un café con leche en una taza como las que tomamos en casa!

En nuestra tercera visita, ya pudimos conocer a sus propietarios, Montse y Dani una pareja madrileña que ya lleva dos años viviendo en Nepal y a los que les apasiona viajar al igual que nosotros y con los que enseguida conectamos!!

Sólo me queda decir, que, si venís a Nepal de vacaciones paséis por La Casita y que sobretodo no os tire atrás el ser un restaurante español en el extranjero porque esta pareja hacen las cosas muy bien hechas y cuidan muy bien a sus empleados, no hace falta que te lo expliquen, se puede ver en las caras de sus camareros, se nota que les gusta estar trabajando ahí!