Hace cuatro años ya estuve aquí en Nepal, y, haciendo una de las excursiones de Pokhara fuimos al mirador de Sarangkot, un lugar donde se pueden ver en un día sin nubes los Annapurnas (ya os digo que no fue así). Estando allí, el guía nos dijo, que justamente allí, era donde despegaban los que hacían parapente. En ese momento, me entraron unas ganas locas de hacerlo, primero porque siempre me ha gustado todo lo relacionado con volar y ya hacía tiempo que tenía en mente hacerlo y segundo porque con las vistas que estábamos disfrutando sería realmente excepcional poder hacer parapente aquí. Pero en ese momento, por a o por b, no me decidí a hacerlo.

Esta vez, realmente ni me lo había planteado, seguramente porque mi mente pensaba que era demasiado caro (sin saber realmente su precio) y en este viaje no lo podríamos hacer. Pero de repente, Mario, cuando leyó la posibilidad de hacer parapente en Pokhara, me dijo… Y si lo hacemos? Siempre que no sea demasiado caro claro…

Y el primer día que estuvimos en Pokhara nos fuimos directos a buscar información, y claro averiguar precios. La verdad es que no buscamos mucho, ya que al habernos informado previamente por internet, fuimos directos a Sunrise Paragliding que tenía buenas críticas a parte de ser la primera empresa de parapente en Nepal hace ya muchos años. La chica que nos atendió nos informo de las dos opciones de salto en tandem, una de media hora y otra de una hora (tiempos aproximados siempre), y sus precios, el de media hora que consideramos perfecto para una primera vez valía unos 60€ al cambio, así que nos miramos….. Y si!! Vamos a hacer parapente!!

Llega el día y antes de la hora ya estamos en las oficinas de Sunrise Paragliding preparados para lanzarnos en parapente, pero sólo llegar ya nos advierten que tendremos que esperar un rato ya que el turno anterior ha tenido que salir más tarde debido a que no hacia buen tiempo. Esperamos, pero el tiempo nos pasa rápido y ya llega el land rover que nos llevará al punto de despegue.

De Pokhara a Sarangkot hay unos 25 minutos que se nos hacen cortos observando las vistas que permiten entrever un poquito los Annapurnas que asoman tímidamente entre las nubes. Y llegamos al destino donde nos distribuyen a cada uno con el instructor que saltaremos.

Mientras esperamos turno, nos dan cuatro instrucciones para el despegue, para así hacérselo más fácil al instructor. No os asustéis que es muy fácil.

Y llega el momento, y mientras esperamos un buen viento, aparecen unas cosquillas en el estómago, deben ser los nervios?

Y en tres, dos, uno… Estamos volando!! Que pasada!! Las vistas que se pueden ver son impresionantes, los Annapurnas que asoman, Pokhara y todo su valle rodeado de montañas con terrazas de arroz… Y sobretodo el lago Phewa majestuoso… Y todo eso, lo vamos observando en posición sentada, como si estuviéramos en el sofá de nuestra casa cómodamente. Nunca hubiera pensado que hacer parapente fuera tan cómodo!!

Pero los 30 minutos pasan volando, nunca mejor dicho, y ya toca descender y aterrizar en un claro y de una forma muy suave.

Una vez sin arnés los nervios y la adrenalina afloran y el corazón va a cien… Pero…. Qué fantástica experiencia!!